"En mi investigación propuse trabajar con curasemillas para lograr vigorizar la semilla de poroto. Es que la semilla de poroto tiene bajo vigor, por lo general, porque el productor trabaja con la 'bolsa blanca', es decir, reproduce sus propias semillas, con lo que la semilla va perdiendo vigor. Al sembrar, se pierde uniformidad en la aparición de la planta", describió María Fernanda Cruz, ingeniera agrónoma que trabaja en Rurais Consultora Agropecuaria (Tucumán), que también fue premiada en Top Ciencia 2013 de BASF.
El poroto es una producción alternativa que se desarrolla en el Este de Tucumán, por lo general. Se hace en zonas marginales, cuando no hay otra alternativa u otro cultivo para reemplazar a la soja durante el invierno.
Los curasemillas, por lo general, producen uniformidad de la planta en altura y en desarrollo.
"En mis ensayos -en laboratorio- utilicé Acronis, de BASF. Logré que aumentara la alturas de las plantas en condiciones de baja humedad. Comencé en 2012; al utilizarlo, percibí mejoras: mayor longitud de planta y mayor longitud radicular (raíces)", describió María Fernanda en diálogo con LA GACETA Rural, en su oficina de trabajo.
"Esta es una importante respuesta de un producto químico ante un problema con las plántulas de poroto", comentó la investigadora. Como conclusión, Pérez se refirió al evento del cual participó.
"En 2012 fue la primera vez que asistí, y este año reincidí y logré un premio. Sin dudas que es un gran incentivo para el investigador. Top Ciencia es muy importante para el productor/investigador sudamericano. Hay muchos temas para desarrollar. Invito a los colegas a participar. Es una experiencia importantísima", señaló.